6 de noviembre de 2008

Política de verdad

Está claro que Aragón va por delante. Qué orgullo. Un territorio que han traído al mundo a Fernando el Católico, el Conde de Aranda, Ramón y Cajal --aunque naciera circunstancialmente en Petilla (Navarra)--, Baltasar Gracián, Miguel Fleta, Ramón J. Sender, Jerónimo Zurita, Miguel Servet, Luis Buñuel, Perico Fernández, Carlos Lapetra, Conchita Martínez, Fernando Escartín y Amaral, entre otros, no puede perder comba. Tiene que marcar obligatoriamente el paso y anticiparse a los tiempos.
Así se entiende una forma de hacer política que amenaza con extenderse por todo el planeta desde esta santa tierra. No se ha inventado exclusivamente en Aragón, pero es sin duda donde mejor va tomando forma, donde poco a poco se acerca a la perfección. El fundamento principal es el siguiente: 'Construye, construye, que ya veremos cómo lo pagamos'. Luego hay otros: 'Especula, especula, que no se entera nadie' y 'Organiza, organiza, que ya hablaremos'. Impresionante.
Tras unos primeros pasos con la Expo del Agua --donde todavía están por ver los números--, y un ligero pero eficaz entrenamiento con los barquitos por el Ebro, donde se ha soñado de con igualar a París y Praga, entre otras, como ciudades mundialmente conocidas por su navegabilidad, ahora ya hemos subido el listón del buen hacer y ya no hay problema en reconocer que hemos asumido la organización de una nueva muestra internacional, la archiconocida de toda la vida Exponabo, sin saber cómo se va a financiar, ni falta que hace. Y, cuando sólo han pasado unos días de eso, y también de proclamar que como nos pongamos un poco chulos, lo mismo nos traemos unos Juegos Olímpicos, nos hemos superado confesando públicamente que el nuevo estadio de fútbol de San José costará 103,5 millones de euros y, ¡atención!, ¡tachán!: "No sabemos cómo se va a pagar". Habrá dinero público, privado y medio pensionista si es necesario, pero ni sabemos porcentajes y na de na. ¿Para qué? ¿Qué más da eso ahora? Haga usted el favor de hacernos una foto y no pregunten tanto, que ya llegan los canapés.
Y pensar que la Humanidad mira a Estados Unidos pensando que allí ha llegado el mesías --me alegro de que haya ganado Obama, pero el personal se está pasando un pelín-- y resulta que la política de verdad, la del siglo XXI, se cuece en un pequeño territorio de irreductibles llamado Aragón donde vamos tres pasos por delante. Eso sí, los jetas que mandan por un lado y el pueblo llano, callado y resignado a su suerte, por otro. En fin.
C. M.