Aramón. Ojo con esta palabra que probablemente encierre buena parte de las razones por las que hemos oído tantas tontadas en los últimos días sobre las posibilidades de una Zaragoza olímpica --cada vez que escribo esto me da la risa, no lo puedo evitar--. Un pajarito me ha contado lo siguiente: alguien que cree tener más sesera que el resto --probablemente sea así-- ha provocado una reacción en cadena en la que han participado los políticos con el resultado final de promover, difundir y dar publicidad a la nieve del Pirineo aragonés y, por tanto, a las estaciones invernales de Aramón, la sociedad público-privada formada por la DGA e Ibercaja al 50%.
Los listos que han puesto en marcha la idea son conscientes de que una candidatura seria de Zaragoza a los Juegos de Invierno es ahora mismo una broma sin viabilidad, pero no así mezclar el nombre de las estaciones del Pirineo (Cerler, Formigal y Panticosa son de Aramón) con las palabras 'proyecto olímpico'. De la noche a la mañana, con gente como Iglesias y Belloch hablando de un Pirineo olímpico otra vez, la nieve aragonesa parece que no pero coge más empaque, sube un escalón en la percepción del personal dentro y fuera de España. ¿O no?
No es una táctica nueva, ya que anteriores responsables del proyecto olímpico de Jaca en sus distintas tentativas han confesado 'off the record' en más de una ocasión una frase definitiva: "Ganar no ganaremos, eso ya lo sabemos, pero situaremos a Jaca en el mapa del mundo". Es sencillo: la táctica pasa por hacer mucho ruido y al final te oyen hasta en Singapur. ¿Y cuál es uno de los grupos de palabras que más ruido hacen en el mundo? Respuesta: Juegos Olímpicos.
Ahora a los listos se les ha ocurrido comenzar a hacer ruido, precisamente cuando apenas quedan unas semanas para empezar una nueva temporada de esquí. Y no es lo mismo ser un aficionado medio madrileño o navarro o francés o valenciano e ir a "esquiar este año al Pirineo" o a "esas pistas que dicen que pueden ser olímpicas". ¿A que no? Y así, hasta noviembre del año que viene, que es cuando al parecer la idea cobrará más o menos cuerpo en función del éxito o fracaso de Madrid para el 2016. Nos queda más de un año de "sí, ya veremos", de "está claro que podríamos hacerlo" y de "tenemos experiencia de muchos años en esto". Palabras huecas que no tienen que estar avaladas obligatoriamente por ningún proyecto u organismo --estará bien saber qué opina el COE de esto--, pero que quedan fenomenal en los labios de personajes como Belloch o Iglesias.
Ojo porque el chivatazo recibido por La Venganza hace que las piezas del puzle encajen. Así, pensando más en Aramón que en otra cosa, se entiende por qué ha surgido toda esta movida. Queda saber si individuos como Iglesias o Belloch, entre otros, están dentro de la jugada o por el contrario son títeres en manos de alguno algo más listo.
PD: Los delirios de grandeza de Belloch ya empiezan a tener consecuencias interesantes: Eduardo Roldán se ha enfadado. Malo.
C. M.