

Por cierto, por croque-monsieur se entiende, según Wikipedia, por ejemplo, como un sandwich elaborado con jamón y queso, generalmente de gruyere, asado al horno. La mayoría de las veces se sirve al gratín. El pan (que no necesariamente debe ser tierno y en ocasiones puede decirse que es duro) suele mojarse en agua antes de ser asado. Se sirven algunas versiones más elaboradas acompañadas de una salsa Mornay o de una béchamel.
En el pabellón de Bélgica todo esto se lo pasan por el forro de los caprichos y además te cobran 6 euros por cada uno --si no te fijas bien, llegan a 8--. Sabemos que hay más tramposos allá en Ranillas y que el pabellón belga es sólo un ejemplo. Es más, por ahora no sabemos de nadie que no lo sea, pero ahí se van a quedar los unos y los otros. No merece la pena ni buscarlos.
Conde de Montecristo