En otra de esas piruetas verbales con las que los políticos se creen que nos tienen a todos alucinados,
Marcelino se ha descolgado
hoy en las Cortes de
Aragón, nada menos, con la fórmula de la Economía del Conocimiento. Al parecer es la última apuesta del presidente y su equipo (?), un piedra filosofal que, según leo en El Periódico, es ahora "una de las tendencias en la Unión Europea (
UE)". Para
flipar. Parece ser que, para la economía ésta hace falta lo siguiente: "La necesaria
cualificación de los trabajadores, la construcción de nuevas infraestructuras, el apoyo a los empresarios, la mayor competitividad y la
internacionalización de la economía". Es decir, lo de siempre. La mismas palabras huecas, los mismos eufemismos y las mismas construcciones maquilladas de siempre. Y con la que está
cayendo. Qué pena. Supongo que para la Economía del Conocimiento lo primero que habrá que tener es, precisamente, Conocimiento.
C. M.
PD: ¿Y Gran Scala?. ¿De verdad que el presidente se ha olvidado de hablar "del mayor proyecto de Aragón desde Fernando el católico"?. No me lo puedo creer.